viernes, 18 de mayo de 2012

Michelangelo Bovero y Peña Nieto

No soy un entusiasta de ningún candidato, especialmente en temas económicos creo que NO HAY UN SÓLO aspirante tenga una propuesta realmente positiva para el país (Leer1) (Leer2).

Se ha vuelto entonces, criterio central para mi voto, el eje político-democrático-y de participación ciudadana; se deduce de ello el que, sin apoyar fervientemente a ninguno de nuestros posibles futuros presidentes, hay uno en particular por quien estoy seguro que no votaré.¿Por qué no votaré por Peña Nieto? Responderé ésta pregunta contrastando las propuestas de Peña Nieto con las del académico italiano Michelangelo Bovero en su libro 'Una gramática de la democracia', Editorial Trotta, 2002.

"Enrique Peña Nieto, propuso reducir no sólo el número de diputados, sino también de senadores, como medida para implementar un régimen presidencialista real...'No podemos permitirnos que México siga siendo un país que se inspire sólo en los buenos propósitos y que muy poca capacidad de ejecución se tenga acreditada'" El Universal, 18 de Mayo de 2012.

¿Qué es me parece tan negativo de ésta propuesta? Simple: es la declaración, en voz alta y sin descaro, del costo para intentar implantar el gobierno "eficaz" (que nada asegura que así lo será) del cual tanto hablan EPN y el PRI. Este costo es el de ignorar a aquellos que piensan distinto, que son distintos, de ignorar a las minorías, eliminando miembros de un órgano político que debe ser lo más plural posible.

Peña Nieto desea tener en México un fuerte régimen presidencialista, lo dice sin descaro, con fuerte capacidad de acción para el presidente; en cambio, hace unas cuantas semanas, varios académicos e intelectuales reunidos en FLACSO sede México (Seminario de Estudios Avanzados, México momento de decisión) encontraron un punto en común en el apoyo a sistemas parlamentarios, la idea que subyace es que, en el tipo ideal del parlamento (Congreso), deben convivir el mayor número de puntos de vista posibles, el mayor número de "sujetos en lo individual [representados], considerados como productores de las normas colectivas" (Bovero p. 85) es así que, siguiendo a Michelangelo, a más plural sea la representación en el parlamento (Congreso), más grupos sociales participarán en la vida política de un país. El punto de vista contrario busca centralizar toma de decisiones y creación de normas en una figura, el Presidente, limitando la participación política del heterogéneo conjunto de ciudadanos del país.

¿Qué puede justificar el punto de vista del PRI? Para el académico italiano, sólo un error de pensamiento, aplica perfectamente decir que, de acuerdo a la visión de EPN: "parecería que el parlamento fuera no el conjunto de los representantes elegidos por el pueblo, sino un desafortunado obstáculo natural para expresar la 'voluntad del pueblo', o, peor aún, un montón de usurpadores. Esto es así porque en él subyace, consciente o inconscientemente, una concepción organicista del pueblo como una masa que se reconoce compacta en un jefe...Solamente una colectividad presupuesta como algo homogéneo y unánime puede ser representada por un único individuo (Duce, eres todos nosotros decían los fascistas), mientras que una colectividad articulada y plural no puede ser representada sino por un órgano colegiado, es decir, por una asamblea también ésta plural, como el parlamento." (Bovero, p. 163).

Muestras de la posición priísta, contra puntos de vista heterogéneos y opuestos, han sido los eventos en Córdoba, Veracruz (represión a manifestantes) y en la Universidad Iberoamericana (deslegitimar a críticos del candidato), eventos de tan sólo unos días que nos dan una muestra del peligro que podemos tener durante los próximos 6 años.

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